del pasaje bíblico. Esto ayudará al predicador a no inyectar en el texto o pasaje un significado contrario al que realmente tiene. El texto no debe decir lo que yo pienso que dice, sino lo que Dios dice. El predicador en su trabajo de invadir el texto debe considerar el mismo a la luz de diferentes versiones bíblicas autorizadas. No podemos hacer de una versión bíblica la única aprobada por Dios y por ende infalible en su traducción. Para muchos americanos la versión del “Rey Santiago” (King James)
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